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Section 2.9 Spanish - NÚMERO PEQUEÑO Y LA VIEJA CANOA

Escrito por: Veselin Jungic y Mark MacLean

Ilustrador: Simon Roy

Narrado en español por: Laura López y Christian Rosete

Número Pequeño es un niño de cinco años que hace muchas travesuras. Vive con sus abuelos, quienes soportan pacientemente sus ocurrencias la mayor parte del tiempo. Hoy, el abuelo tiene que terminar de tallar un plato de fiesta y decide que Número Pequeño debería salir a jugar con sus amigos.

Es un hermoso y soleado día de primavera, y los niños corren a jugar cerca del agua. Todo lo que ven da pie a un nuevo juego, y el amigo de Número Pequeño, Círculo Grande, les propone ver quién puede hacer que una piedra salte más lejos en la superficie del agua. Los niños aprenden rápidamente que para que una piedra llegue lejos tiene que ser lisa, plana y de forma ovalada.

Número Pequeño se pasea por la orilla en busca de una piedra que lo haga ganar.

Se mete entre la hierba alta y tropieza con algo, cayendo de cabeza en una vieja canoa escondida en la hierba.

Número Pequeño se levanta y se frota la frente mientras observa la canoa. Aunque le duele la cabeza, está muy emocionado por su descubrimiento y llama a sus amigos, quienen vienen corriendo.

Los chicos se colocan alrededor de la canoa, recorriendo con sus manos su suave forma. Les parece muy vieja y muy grande. Número Pequeño pregunta: “¿Cuántas personas crees que puedan caber en ella?”.

Círculo Grande pregunta: “¿Hace cuántas generaciones fue construida?” Los chicos se olvidan de su juego anterior y se pasan un buen rato hablando de la canoa y de quién pudo haberla usado.

Mientras hablan, la barriguita de Círculo Grande empieza a rugir. “Tengo hambre. Vamos a comer”, dice a sus amigos. Los otros chicos se dan cuenta que también tienen hambre y corren de vuelta a la aldea.

Número Pequeño corre a casa, donde el abuelo está tallando la superficie de un enorme plato de madera. Número Pequeño grita con entusiasmo y el abuelo levanta la vista. Él ve el moretón en la frente de Número Pequeño. “¿Qué pasó?” pregunta el abuelo. Número Pequeño ha olvidado que se ha golpeado la cabeza y empieza a contarle al abuelo que ha encontrado la canoa: “¡He encontrado una vieja canoa en la playa! Debe tener al menos cien años”.

El abuelo sonríe. “Conozco esa canoa. Una vez fue la canoa más rápida de nuestro pueblo. La construyeron mi padre y dos de sus hermanos”.

El abuelo continúa con orgullo: “Todos los hijos de mi abuelo eran conocidos como grandes talladores de madera”.

“¿Conoces esos tres viejos tótems frente a la cabaña grande? Cada uno de ellos fue construido por uno de mis tíos”.

Esa noche, justo antes de dormirse, Número Pequeño pensó: “Me gustaría construir canoas y tótems como mis antepasados. Mañana tengo que preguntarle al abuelo cuántos hermanos tenía su padre. Dos, tres, cuatro, cinco o más…”.

Pregunta: ¿Por qué Número Pequeño pensaba que su bisabuelo podría tener dos, tres, cuatro, cinco o más hermanos?