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Collective Action in Colombia

Contributed by Tim Schicker

When in 1910 and 1918 workers on the Magdalena river and in the ports of Cartagena and Barranquilla went on strike for better working conditions, they were perceived as a “subversive” force threating national security (González Arana/Molinares Guerrero 2016: 56). In 1924 then, the workers of the Tropical Oil Company initiated a strike as well (Huelga de los trabajadores del petróleo), resulting in the dismissal of 1,200 workers and a violent repression by the state (González Arana/Molinares Guerrero 2016: 59). In the same way, military forces killed about 50 to 2,000 workers in the strike on the United Fruit Company (Huelga de los trabajadores de las bananeras) in 1928 (Chomsky 2007: 95). As the number of strikes increased in the 1930s and 1940s alongside growing pressure by corporates and the conservative party, the liberal government further restricted the right to strike in 1944 with its decrees No. 1778 and No. 2350 which led workers participating in “illegal” strikes to be threatened by dismissal through their respective company, as were trade unions by dissolution (Oviedo Hernández 2008: 128). Furthermore, it was possible to sentence trade union leaders by the Consejo de Guerra, a military court (Dombois/Quintero 2017: 215). Fighting a “Communist threat”, during the civil war era of La Violencia (1948-1958) trade unions were persecuted and after the establishment of the Frente Nacional in 1957 they were denied the right to form collective agreements, implementing further repression (Dombois/Quintero 2017: 213; Oviedo Hernández 2008: 128).

Cuando en 1910 y 1918 los trabajadores del río Magdalena y de los puertos de Cartagena y Barranquilla iniciaron una huelga para reclamar mejores condiciones laborales, se los consideró una fuerza “subversiva” que amenazaba la seguridad nacional (González Arana/Molinares Guerrero 2016: 56). En 1924, los trabajadores de la Tropical Oil Company iniciaron también una huelga (Huelga de los trabajadores del petróleo), que provocó el despido de 1.200 trabajadores y una violenta represión por parte del Estado (González Arana/Molinares Guerrero 2016: 59). Del mismo modo, las Fuerzas Armadas mataron entre 50 y 2.000 trabajadores en la huelga contra la United Fruit Company (Huelga de los trabajadores de las bananeras) en 1928 (Chomsky 2007: 95). A medida que aumentaba el número de huelgas en las décadas de los treinta y los cuarenta, junto a la creciente presión de las empresas y el partido conservador, el gobierno liberal restringió aún más el derecho a la huelga en 1944 con sus decretos No. 1778 y No. 2350 que llevaron a aquellos trabajadores que participaban en las huelgas “ilícitas” a ser amenazados con el despido a través de su respectiva empresa, al igual que los sindicatos con la disolución (Oviedo Hernández 2008: 118). Además, se permitía al Consejo de Guerra, un tribunal marical, condenar a los dirigentes sindicales (Dombois/Quintero 2017: 215). Combatiendo a una “amenaza comunista”, durante la época de la guerra civil de La Violencia (1948-1958) se persiguió a los sindicatos y, tras el establecimiento del Frente Nacional en 1957, se les negó el derecho a formar convenios colectivos, aplicando una represión aún mayor (Dombois/Quintero 2017: 213; Oviedo Hernández 2008: 128).

Bibliography/Bibliografía:

  • Chomsky, A. “Globalization, Labor, and Violence in Colombia’s Banana Zone”. International Labor and Working-Class History, vol. 72 (2007): 90-115.
  • Dombois, R., Quintero, L. (2017). “Die Gewerkschaften. Zwischen Gewalt und Informalisierung”. Fischer, T., Klengel, S., Pastrana Buelvas, E. (ed.). Kolumbien heute. Politik, Wirtschaft, Kultur: 211-226.
  • González Arana, R., Molinares Guerrero, I. (2016). “Protesta y movilización social en Colombia a comienzos del siglo XX”. González Arana, R., Schneider, A. (ed.). Sociedades en conflicto. Movimientos sociales y movimientos armados en América Latina: 54-70.
  • Oviedo Hernández, A. “Ideología política y sindicalismo en Colombia, 1944-1946. Inicios de la ofensiva contra el llamado sindicalismo político”. Mem.soc, vol. 12, no. 25 (2008): 117-131.

Acciones colectivas y huelgas en Colombia

Paro Nacional de noviembre de 2019
Contributed by Mauricio Archila Neira

Colombia ha tenido tradicionalmente una baja tasa de sindicalización, que llegó a situarse cerca del 15% en los años setenta y hoy está en menos del 5%. En la actualidad subsisten tres grandes confederaciones y un buen número de sindicatos no confederados. Sectores con más actividad. En los últimos 15 años, los asalariados que más protestan son los trabajadores de la salud, de la educación, y los inscritos en actividades extractivas, especialmente minero energéticas como petróleo, carbón y gas. No es el proletariado industrial, y menos el agrícola, el que está saliendo masivamente a la calle, tal vez, por el doble efecto de la apertura neoliberal y de la violencia antisindical que hace de Colombia uno de los países más peligrosos para ejercer esa actividad. En los últimos años el sindicalismo ha convocado a amplias movilizaciones como el paro nacional de 2019 y especialmente el estallido social de 2021, de dimensiones inusitadas en la historia de la protesta en Colombia y duramente reprimido.

Estallido social de 2021
Estallido social de 2021